viernes, 5 de diciembre de 2008

Carta a un Hombre Perfecto

Querido hombre perfecto:

¿Se puede saber donde te metes? Llevo buscándote bastante tiempo, y por ahora solo han aparecido los imperfectos. ¿Es una broma? Porque si es así, ya no eres tan perfecto.

De todas formas, si eres así de perfecto, ¿por qué te haces de rogar?. Me mandas señales y luego no apareces. Pero, a no ser que tengas dos caras, no entiendo, tampoco, porqué los primeros días son tan maravillosos y los siguientes desaparazcas del mapa y luego digas que no te pasa nada.

Si fueses tan perfecto como pareces, te darías cuenta de que te busco y no te encuentro, de que me preocupo por ti y pareces no darte cuenta. ¡Por dios! Fijate de que mi preocupación no es porque esté enferma, no. Me preocupo porque no me hablas, no me miras...
Lo más estraño es que a mi amiga la ratas como si de tu novia se tratase, ¡narices!. Es conmigo con quien has estado.

Si en algún momento pensases en los demás y no en tí mismo, te darías cuenta de que voy llorando por las esquinas, que no duermo bien, que las cajas de pañuelos duran poco... Pero aún así, cuando te veo, sonrio, me ilusiono, mi corazón palpita cada vez más rápido, y cuando me hablas se para; y mi estomago...abre las puertas a esas mariposas que tiene encerradas.

A pesar de todo esto, tu llegas, saludas y te vas. Eso sí, preguntas por mi amiga, pero no por mis ojos hinchados. Y aún así, no prendo, te sigo esperando como una idiota, y por mucho daño que me hagas, estaré ahí, esperando, esperando y esperando hasta que por fin te decidas a dirigirme una palabra, una frase, una sonrisa o un simple guiño.

Por cierto, antes de que se me olvide, no vuelvas a decir que mi sonrisa es preciosa, que te encantan mis ojos, que adorlas mi pelo o que cambierías por mi. No lo hagas si luego me vas a dejar de lado.
Tampoco me prometas la luna si no puedes dármela, porque duele más que un cristal atravesando mi corazón... ya me lo han hecho, y no es nada agradable escuchar como se rompe en pedazitos. Pero lo peor es reconstruirlo, poco a poco, muy lentamente, y sin ayuda. A demás, cuando lo reconstruyes, hay algún otro tipo, también imperfecto, que vuelve a romperlo.


¿Eres tú entonces mi hombre perfecto? Porque en un principio yo pensaba que sí, pensaba que eras diferente, me creí que cambiarías por mi, peor no lo has hecho ahora, ni lo harás nunca.
Si realmente fueses perfecto, no me dejarías tanto tiempo abandonada, sin noticias y escribiendo a otras. Estarías preocupado por mi, intentando saber qué pasa por mi cabeza.


Me gustaría terminar esta carta diciendote que.... Ya no creo que exista el Hombre Perfecto, y menos después de sentir lo que siento y ver que tu no sientes lo mismo. Si eso, dame alguna señal, pero ya. Aunque te espere, pero necesito poder no llorar por tí.
En tu conciencia quedará siempre lo que pase, si es que realmente he sido algo importante para tí.

Un beso enorme.


P.D. Espero que me respondas lo más pronto posible.

2 comentarios:

Mery Lopez dijo...

Mira, yo digo q los tios no ns merecn. Tiens razon cuando dics que pasn de nosotras. Pro yo tb m pregnto...dnd stá el hombre prefect??

La locura del Amor dijo...

La gran pregunta es si d verdad es capaz d existir!
By:Luna